viernes, 30 de octubre de 2015

Acción misionera 

La hermana Surama Ortiz, quien heredó su legado, precisa que la madre fundó la Congregación Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena en 1914, cuando se desplazó desde Medellín hasta las selvas de Dabeiba a conocer la cultura ancestral. 
Explica que el proyecto de la misionera nunca fue formar una comunidad, sino ir como maestra y catequista de los nativos, a los que les dedicó toda su vida. “Son ellos los que continúan siendo el grupo preferencial en el que desplegamos nuestra acción misionera”, enfatiza.
Aunque la madre inició su labor con los Emberá Katíos, también vio la necesidad de amparar a las comunidades afro y campesinas. Siempre veló por los más pobres, los no cristianos y los marginados. “Lo que la movía era que los menos favorecidos no conocieran a Dios”, resalta la hermana Ortiz.
“Nosotras continuamos con la obra de los pueblos más vulnerados. Trabajamos por su educación, salud y todo lo que aporte al desarrollo de estas comunidades golpeadas por la pobreza y el conflicto”, dice.
Las hermanas Lauritas cubren toda la geografía indígena de Colombia. En Antioquia están en los 48 resguardos y 165 comunidades ancestrales de los pueblos Emberá Eyabidá, Emberá Dobidá, Emberá Chamí, Emberá Katíos, Tule y Senúes
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario